Según cifras actuales de UNICEF 6 de cada 10 niños sufren maltrato físico a diario, cifra realmente alarmante. No sólo el maltrato físico afecta profundamente nuestra infancia, existe el rechazo, el abandono, la humillación, etc. que sufrimos en nuestros primeros años y es casi increíble que hayamos sobrevivido hasta éste momento. ¿Cómo sobrevivimos a nuestras heridas infantiles? Pero no a las heridas que dejan marcas en la piel sino aquellas que quedan grabadas a fuego en nuestro corazón, en nuestras células. ¿Cómo podemos cerrar esas heridas? ¿Por qué es importante cerrarlas?
Una de las causas más habituales para ir a psicoterapia, hacer una constelación o ir con un terapeuta son los problemas de pareja. En el fondo todos deseamos sentirnos amados y estar con “nuestra pareja ideal”, por ello son uno de los aspectos que más afectan nuestra vida adulta. Pero, los terapeutas saben aplicar sus técnicas al área personal y se les dificulta atender los problemas de pareja ¿por qué pasa esto? ¿Puede un terapeuta que lleva una mala relación de pareja acompañar a otros a mejorar las suyas?
Cualquier persona que se dedique a la ayuda debe aprender a escuchar el mensaje más allá de las palabras del consultante. En Constelaciones Familiares al problema o conflicto que trae el cliente se le denomina “Tema” y es la situación que abordará el consultante y el éxito del proceso implica que dicho tema se encuentre bien delimitado ¿Sabes cómo expresar tu tema para una constelación familiar? ¿Te gustaría saber cómo delimitar el tema a constelar de tus clientes?
En la familia existe violencia lo cual constituye un gran problema social. Por ejemplo, en España en el 2015 se abrieron 4988 expedientes a menores por violencia contra sus padres/madres (Fundación Amigó). ¿Dónde ha quedado el 4to. mandamiento? Honrarás a tu padre y a tu madre, parece haberse quedado en el olvido. Gracias a las Constelaciones Familiares, ha surgido un gran interés porque la base de las mismas es “Honrar” no sólo a los padres sino a los ancestros.