Configuraciones Corporales (I)
Nuestro cuerpo con su configuración, postura y gestos habla más alto que lo que decimos con palabras. En las sesiones terapéuticas se requiere una observación detallada de todos estos aspectos para realizar intervenciones mucho más efectivas. A raíz de que en mis talleres y seminarios llamaba la atención de cómo podía saber lo que sucedía con las personas sin que me expresaran su historia, simplemente con una frase ya podía ver su dinámica. ¡No es magia! es simplemente que veo lo que las personas me expresan con su cuerpo. ¿Hay coherencia entre lo que dices y lo que expresas? ¿Qué están diciendo de ti tus gestos? ¿Quieres hacerte consciente de tu cuerpo?
Quizás no logras algunos de tus sueños, porque aunque expreses que quieres algo, tu cuerpo está moviéndose en dirección contraria. El cuerpo muestra tus verdaderas intenciones, pensamientos y sentimientos. A raíz de estas observaciones, decidí escribir sobre ello para que cualquier persona se pueda beneficiar de reconocer sus propias dinámicas a través de su configuración corporal y de sus sentimientos no expresados.
Esta es un área que actualmente me encuentro desarrollando que se denomina “Configuraciones Corporales” y que pronto publicaré un libro que aborda el tema a conciencia. En estas líneas te muestro un caso y algunas características del mismo.
Nadia es una mujer joven y saludable que tiene un problema de hemorroides sumamente dolorosas que muchas veces le dejan inhabilitada durante el día por el dolor tan intenso. Cuando observo su postura corporal veo que abre los pies a los lados y que se apoya con fuerza en sus talones. Además tiene la cadera retrovertida y su cabeza está ligeramente hacia adelante y sus hombros ligeramente levantados. Observo sus ojos sin brillo y ojerosos y su piel es más bien pálida y muestra mucha tensión en el plexo solar. Su respiración es superior y la inspiración es más larga que su expiración.
Y la frase que expresa es: “Me siento falta de energía”
¿Qué hipótesis me hago de esta observación?
- Nadia ha tenido una pérdida importante en su vida de manera inesperada: Su madre o su padre o bien un empleo o proyecto fallido.
- No cree tener el soporte necesario para sujetarse por sí mismo, necesita de alguien en quien apoyarse (sociedad, pareja, hijos) para sentirse valioso.
- Hay un duelo no cerrado por una pérdida importante
- No está durmiendo bien y es posible que lleve una alimentación con exceso de dulces, porque necesita la dulzura de la vida.
- Tiene preocupaciones económicas
- Es posible que tenga mala digestión o sufra de problemas estomacales, por constantes preocupaciones de trabajo y de dinero.
- Sufre de ansiedad porque la inspiración es más larga que la expiración.
- Es probable que sienta que la vida es una carga difícil de llevar.
¿Qué puede hacer esta persona para mejorar?
- Hacer más contacto con la tierra, caminar con los pies descalzo por la arena de la playa por un jardín. Y abrir sus pies firmemente en el suelo, cuidando de que los pies estén en paralelo, ya nada más con eso la cadera va a su lugar.
- Hacer ejercicios de respiración intercostal y pélvica
- Cerrar el duelo que tenga abierto
- Hacer ejercicios de contracción y extensión anal
- Hacer ejercicios suaves de conexión con el cuerpo y la tierra
- Mover la cadera en retroversión y anteversión unos minutos al día.
- Sentarse en una hamaca algunas horas al día sintiendo que la hamaca es sinónimo de la vida. Es decir que la vida le sostiene.
- Buscar el árbol genealógico alguna situación de miedo, huida o peligro de vida o muerte que vivieron algunos miembros del sistema.
- Cortar el cordón umbilical “emocional” que tiene con uno o ambos padres.
- Hacer una configuración sistémica e ir moviéndola durante 21 días.
Frase Sanadora: "La Vida me sostiene".
Si quieres profundizar en el tema puedes realizar nuestro curso online Coaching Corporal o bien nuestra Formación Online Coaching Sistémico
Escrito por Luz Rodríguez
Contacto: info@ordenesdelamor.org
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