Pareja Planeta Satélite


En mi libro “Me doy permiso para vivir en pareja” describo diferentes modelos de relaciones, en las cuáles, cada miembro de la pareja asume un rol determinado como parte de un juego que desencadena los conflictos. Si somos conscientes del tipo de relación de pareja en la que estamos o hemos estado, podría servirnos para hacerlo mucho mejor en nuestras relaciones. A continuación te comparto un extracto de  la relación que denomino: Planeta y Satélite.
 

Ejemplo

Ángela recuerda su juventud con tristeza. Lleva casada 20 años, y ahora está pasando por una situación delicada en su matrimonio, porque ha descubierto que su marido ha tenido una amante durante 16 años. Ella no lo puede entender porque se ha dedicado desde que se casó a estar presente para su marido, atenta a lo que quería.  Dejó sus estudios porque él emprendía su propio negocio y ella se dedicó exclusivamente a hacerle la vida más fácil para que él atendiera el negocio. Se dedicaba a organizar reuniones de posibles socios para su marido, y se esmeraba en estar presentable para él, para que vieran la maravillosa esposa que tenía. Era la esposa ejemplar.

Frases típicas

"Estoy aquí para todo lo que puedas necesitar"
"Lo abandono todo por ti, eres mi prioridad"
"Quiero hacerte la vida mucho más cómoda"
"Mi vida eres tú, estoy completamente a tu disposición"
"Demuestro el amor con hechos no con palabras"
"La ropa sucia se lava en casa"

Descripción

Un miembro de la pareja hace el papel de satélite, y el otro de planeta. El que hace de satélite gira constantemente alrededor del que hace de planeta, porque se ha convencido a sí mismo de que su misión en la vida es atender al otro y estar allí para serle útil. Abandona todos sus intereses personales, amistades, familia y su vida en general, porque siente que su vida tiene valor en la medida en la que el otro se encuentre bien. En cambio, el que hace de planeta se siente fuerte y amado en un principio, pero al final se siente asfixiado por la presión de su pareja para estar a su disposición. Pierde la admiración y el respeto por su pareja, a la cual termina viendo como su asistente personal, administrador o sirviente. Eso le impulsa a cubrir sus necesidades de pareja con un amante, pero no se atreve a dejar a su pareja porque para el entorno social representa un ejemplo de abnegación y entrega.

Miedos presentes

  • Miedo al qué dirán: Le preocupa que los demás le consideren como un fracasado. Por lo tanto, se esfuerza en mostrar que tiene una vida idílica, aunque en el fondo se sienta totalmente infeliz y se prohíba a sí mismo hacer lo que realmente quiere. Su vida está guiada por la responsabilidad y el compromiso más que el por el disfrute y la satisfacción. 
  • Miedo a quedarse solo: Sienten que su valor se lo otorgan las personas, los logros y las cosas que lo rodean. Internamente tienen la sensación de que no son valiosos. Cuando están solos, suelen tener algún tipo de adicción para evadirse de sí mismos.
  • Miedo a no ser suficiente: Dan de más porque perciben que sólo así demuestran el amor. Tienen una mala percepción de sí mismos, por eso llenan al otro con atenciones o cosas materiales, porque creen que es lo único que pueden dar. Y creen que el otro les compensará, pero luego se dan cuenta de que jamás lo hace. Así les dejan con las manos vacías y con un gran resentimiento. Entonces se vengan de su pareja, incluso pueden llegar a la violencia.
  • Miedo a ser amados: Al no respetarse a sí mismos y no amarse, consideran imposible que otros los amen y desconfían del otro cuando lo hace. Por lo tanto, repiten conductas que su pareja detesta para sabotear el amor que sienten por ellos.

Órdenes del amor transgredidos

  • Desequilibrio entre el Dar y Recibir: En apariencia tienen un equilibrio entre el dar y recibir, porque uno trabaja en la calle y trae el dinero, y el otro se encarga de los asuntos del hogar. Pero el problema es que ninguno de los dos está satisfecho con ese papel, así que mantienen una vinculación negativa. Reprimen su insatisfacción, lo cual les lleva a comunicarse con agresividad y violencia.
  • No ocupar su lugar en la propia vida: Cuando estoy enfocado en la vida de otra persona, me pierdo lo más importante: "Mi propia vida". Obviamos nuestras necesidades y no usamos nuestros dones al servicio de la vida, lo que nos llevará tarde o temprano al encuentro de nuestra propia insatisfacción y vacío.

Causas sistémicas y mandatos familiares

  • Familia que ha pasado por necesidades materiales y afectivas
  • Divorcios y separaciones dolorosas en el sistema familiar
  • Matrimonios por conveniencia

Si te has sentido identificado y  deseas saber cómo transformar este tipo de relación de pareja puedes adquirir mi libro “Me doy permiso para vivir en pareja” o bien puedes realizar nuestro curso online Coaching de Parejas.

Escrito por Luz Rodríguez
Contacto: info@ordenesdelamor.org

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