¿Cuál es tu lugar ante los hijos de tu pareja?


La familia reconstituida se enfrenta a un gran reto y es a los hijos de la pareja ¿Cómo mantener una buena relación con ellos? ¿Cómo ocupar mi lugar? ¿Qué se espera de mi? Son preguntas típicas que surgen de esta situación, porque muchos son los que ante un divorcio pretenden que la nueva pareja ocupe el lugar del “nuevo padre o madre” de los hijos. Esto es un gran error porque es la fuente segura de conflictos y de puntos de fricción en esta nueva familia que de no tener los roles claros y definidos puede desencadenar en un nuevo divorcio.

¿Qué genera conflicto con los hijos de mi pareja?

  • El querer ocupar el lugar de su padre o de su madre: porque sienten que se le está quitando el lugar a su verdadero progenitor y esto les llena de rabia y resentimiento con la nueva pareja del padre o la madre.
  • Hablar mal del progenitor ausente: Burlarse del padre de los hijos de tu pareja o bien decir que es un mal padre, hacerlo quedar mal no te coloca a ti en lugar superior.
  • Inmiscuirse entre los problemas de tu pareja con sus hijos: Parcializarte por tu pareja o bien mal poner a los hijos delante de tu pareja es un error irreparable. Porque tu pareja terminará desconfiando de ti y si el conflicto con sus hijos se incrementa te culpará a ti.
  • Competir con los niños por el amor de tu pareja: Cuando tienes rivalidad fraterna no sanada o bien has tenido a tus padres ausentes, estás carente de amor y atención. En consecuencia sientes celos de los hijos de tu pareja. Porque entras a competir con ellos por el amor de tu pareja.
  • Buscar imponer reglas rígidas sin consultar con tu pareja: Es importante que las reglas del hogar se hagan en consenso con tu pareja y que se las comunique directamente a sus hijos sin decir que son tus reglas.

¿Cómo hacer que la relación con los hijos de tu pareja sea armónica?

  • Ocupa tu lugar: Los hijos de tu pareja están en su vida antes que tú y no puedes competir con ellos por el amor de tu pareja, porque siempre saldrás perdiendo. 
  • Respeta al padre/madre: Gracias a esa persona puedes disfrutar de tu pareja así que tienes mucho que agradecerle. Respétalo como el padre de sus hijos y no intentes usurpar su lugar. Puedes amar a estos niños.  Tienes la oportunidad de ser su amigo, confidente y un compañero para ellos.
  • Muestra amor a tu pareja: Hazle saber que su madre/padre los ama y que aunque ahora comparta contigo, siempre estarán ellos primero. Gánate su confianza con hechos y no con palabras.


Lo importante en las familias reconstituidas es comprender cuál es tu lugar, comprendiendo que tienes que consensuar las reglas de tu hogar con tu pareja.  Que debes mantener una relación cordial con el padre ausente por el bien de los niños y que estás llamado a ser un amigo que no debe tomar partido porque esto puede escalar los conflictos. Además debes entender que al principio los niños pueden tener desconfianza y rabia que pueden descargar en ti. Debes verlo con perspectiva y entender que para ellos no es fácil la situación. Si tienes calma y paciencia te irán respetando y valorando. ¡Gánate su respeto y no se lo impongas!

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Extracto de mi libro: “Me doy el permiso para vivir en pareja”
Escrito por Luz Rodríguez
Contacto: info@ordenesdelamor.org

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1 comentarios

  1. Hola, estoy de acuerdo parcialmente con lo expuesto.
    Primero depende de la edad de los hijos y de sus necesidades, no es lo mismo unos adolescentes que bebés.
    Si son adolescentes, los hijos tienen su lugar, y la pareja el suyo, lo que es totalmente inaceptable, desde mi punto de vista, es que el padre o madre, priorice y desplace a su pareja poniendo en su lugar a los hijos.
    Los hijos son importantes pero no pueden abarcarlo todo.
    Yo soy madre, y adoro a mis hijos, pero el lugar de mi pareja es suyo. Y yo como persona no me defino únicamente como madre.
    La relación con mi pareja, un hombre divorciado con hijas adolescentes, no funcionó,aunque tuve muy buena relación con sus hijas, fue precisamente la actitud de él, desplazándome y no dándome mi lugar lo que terminó en ruptura.

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